Interim management: flexibilidad y calidad en una gestión a medida

Hay que ver el interim management como una inversión en vez de un gasto.

Desde hace muchos años estamos en un entorno donde los cambios son continuos, bruscos y difíciles de prever. Hay que adaptarse y actuar rápido. La clave del éxito está en la buena ejecución y la gestión diaria sobre toda la línea de la empresa. Ante estas situaciones, las empresas se están encontrando en situaciones en que no tienen siempre ejecutivos disponibles con el perfil idóneo. En vez de contratar un directivo de forma convencional que se integre en la plantilla por un tiempo largo, se está optando cada vez más por un interim manager.

Qué es interim management

Es un servicio especializado para afrontar situaciones de cambio o de transición en las empresas. Un ejecutivo (interim manager) externo a la organización, se hace cargo de la situación de la empresa y la reconduce. El interim manager dedica el 100 % de su tiempo a la elaboración de un plan, su ejecución y la gestión.

El interim management es idóneo en situaciones como:

  • Reorganización de empresas en pérdidas.
  • Cambios o apoyos en una de las áreas funcionales.
  • Larga ausencia de un directivo clave y se necesita que alguien gestione el interino.
  • Proyectos nuevos que precisen de un ejecutivo muy experimentado para llegar rápidamente a resultados.
  • Segregación de negocios. Situaciones en que una empresa decide vender o independizar una división o una filial.
  • Integración de adquisiciones. El interim manager lidera la integración rápida y de forma imparcial, adaptando la organización en el periodo difícil del cambio.
  • La entrada de socios nuevos puede requerir poner un ejecutivo durante un periodo de tiempo para garantizar la gestión y tener el máximo de información.
  • Proyectos de mucha envergadura donde no es seguro que después de su fin, haya una continuidad para el ejecutivo que lo lidera.

La intervención de un interim manager suele durar entre 3 y 24 meses, dependiendo de la tarea a desempeñar.

El perfil de las empresas que contratan un interim manager suelen ser medianas y grandes. No se utiliza interim management únicamente en situaciones de Dirección General. Esto es sólo en un 35 % de los casos. También interviene en las áreas funcionales como: finanzas, operaciones, RR.HH., tecnología y marketing & ventas.

Un proyecto exitoso de interim management consta de tres fases:

  1. Análisis y elaboración de un plan.
  2. Implantación.
  3. Traspaso.

Primero se analiza la situación y se hacen planes de acción realistas. Se presenta al cliente y cuando lo aprueba, se ejecuta. En la segunda fase se implanta y se ejecuta este plan, lo cual supone el 90-95% del tiempo del proyecto. En la tercera y última fase, se realiza el traspaso ordenado a la persona definitiva y finaliza.

Es importante destacar que un proyecto de interim management difiere de uno de Consultoría. El primero, aparte de ofrecer una solución ejecutiva, implanta un proyecto de acción muy claro, dedicando el tiempo completo del ejecutivo al proyecto.

 

Ventajas del interim management

Hay múltiples ventajas en trabajar con un interim manager. La más importante es que la empresa puede contar con un profesional muy cualificado por el tiempo que dura el proyecto. Esto limita el coste y flexibiliza el uso de este recurso. Así, empresas con recursos financieros limitados pueden contratarlo para situaciones puntuales. Hay que ver el interim management como una inversión en vez de un gasto. No es, en ningún caso, una especie de ETT de alto nivel, sino un servicio altamente especializado.
Los buenos interim managers aportan un saber hacer y una visión muy amplia: son dinamizadores.

Razones para utilizar un interim manager

Las razones más importantes son: rapidez, alta experiencia y coste controlado.

Cada empresa pasa por diferentes fases en su existencia, por lo que se necesitan diferentes tipos de ejecutivos. La decisión de utilizar interim management viene de la respuesta a la siguiente pregunta: ¿pueden los ejecutivos de la casa, aunque necesiten y obtengan ayuda de consultoría, hacer frente a la situación y resolverla con altas probabilidades de éxito?. Si la respuesta es no, no lo sé, o sí pero tengo que ganar tiempo, etc., la opción de incorporar un interim manager es recomendable. Con esta solución se gana en tiempo, resultados y efectividad.
Adicionalmente, el interim manager aporta una visión nueva e imparcial.
La decisión de contratar un interim manager se toma en las más altas instancias de la empresa: accionistas, consejo de administración o alta dirección, si hablamos de divisiones o filiales. Aquellos empresarios que al principio son reticentes, suelen repetir una vez que han tenido una experiencia exitosa.

Perfil del interim manager

  • Los buenos interim managers son profesionales con larga experiencia en la alta dirección y han pasado por situaciones muy diversas.
  • Aportan un saber hacer y una visión muy amplia: son dinamizadores.
  • Tienen una carrera profesional de éxito, mucha experiencia y capacidad demostrada en gestionar cambios.
  • Suelen ser personas con un perfil senior.
  • Aportan liderazgo, están enfocados a la implantación y a conseguir rápidamente resultados.
  • Normalmente han vivido situaciones similares a las que se enfrentan siendo interim manager.
  • Eligen este camino porque les gusta trabajar por proyectos, les encantan los nuevos desafíos, pueden vivir con una inestabilidad económica y les gusta decidir sobre cuándo trabajan y cuando no.

 

Dirk Kremer
Q Management de Transición S.L.

 

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