El interim manager y el proveedor especializado son socios estratégicos
23 May
Clave para alcanzar un rendimiento extraordinario: El interim manager y el proveedor especializado son socios estratégicos
«Ir juntos es un comienzo, permanecer juntos es progresar, y trabajar juntos es el éxito”
Henry Ford
Los socios se reconocen cuando superan retos juntos, lo que hace que su relación sea más duradera y ambiciosa.
Un servicio de interim management generalmente ofrece la oportunidad de medir esta relación: en tan solo unas pocas semanas o a veces unos días, la pareja del interim manager y el socio director del proyecto puede ser ampliamente solicitada.
La fase intermedia: la clave para generar confianza mutua entre futuros socios
El partnership entre el socio director del proyecto y el interim manager empieza a configurarse durante la fase de selección e intermediación, aunque lo normal es que se conozcan antes de existir ningún proyecto.
Durante esta etapa, el socio director y el interim manager aún no son socios. Son partes interesadas asociadas a un proceso comercial liderado por el socio director. Este proceso permite a las dos partes construir una relación propicia para el nacimiento de una asociación y unir fuerzas con un objetivo común: emprender un negocio y conseguir conjuntamente la asignación del cliente. En esta etapa, la relación tiene una ambición a muy corto plazo.
Sin embargo, esta fase de intermediación debe ser tratada con cautela porque a veces lleva consigo la semilla del fracaso. Es un momento en el que los intereses personales de todas las partes entran en juego:
- Un interim manager puede tener prisa por aceptar un nuevo encargo sin realmente sentirse la persona adecuada para el trabajo (sobreventa).
- Un socio, ante la escasez de candidatos, puede defender a un profesional inadecuado.
- El cliente puede ocultar información que lo podría poner en contradicción con su gestión, etc
Es normalmente la madurez y la experiencia de ambas partes lo que permite que ésta rápida fase de selección defina las condiciones para el éxito en esta futura asociación: hacer muchas preguntas, sesiones informativas transparentes, sin sobrevender, negociaciones con precio equilibrado, etc.
Al final de esta etapa, el cliente ha seleccionado al interim manager y éste se compromete a realizar un plan de acción en unas semanas en las que la relación se profundiza.
La presentación del plan de acción: el comienzo de una relación ambiciosa
Este período de unas pocas semanas permite al interim manager escribir un plan en el que se identifican tanto los objetivos como el contexto real del cliente. La observación de las brechas entre lo que fue presentado durante el briefing y lo que surge durante esta revisión es la primera oportunidad para una verdadera alineación entre el socio director del proyecto y el interim manager. Aquí es donde la tarea realmente comienza.
Este reposicionamiento invierte rápidamente las posiciones asimétricas de ambas partes en cuanto a la información, ya que el interim manager recopila toda la información disponible. Dependiendo de su percepción y su interés en ser retado, el interim manager compartirá lo que considere necesario con su director de asignación. Su sinceridad dependerá, naturalmente, de la manera en que la relación se ha desarrollado durante este proceso de selección e intermediación.
Si esta etapa se ha llevado a cabo correctamente, el interim manager será capaz de reconocer el valor de la supervisión constructiva del director de asignación. Entenderá el rol de su socio como un efecto espejo, como una figura que le facilitará pulir los objetivos en la presentación del plan de acción.
Durante esta reunión clave, el cliente y el interim manager/equipo asociado confirman conjuntamente el plan de acción. Acuerdan medir las diferencias entre la situación actual y los objetivos propuestos, las habilidades solicitadas y las recomendadas, los recursos y los medios disponibles y aquellos que son necesarios, la demanda inicial y las expectativas reales, etc.
Posteriormente, la ejecución del plan requiere el esfuerzo de todas las partes. Normalmente la parte más difícil del juego es la parte que involucra al cliente: no es raro escuchar de un interim manager que ha sido usado a modo de “fusible” en una empresa. Esto suele suceder cuando el calendario de ejecución y los recursos prometidos por el cliente no se cumplen. También sucede a veces cuando los problemas de ciertas partes de la organización no han sido evaluados o abordados. Si esto llega a suceder, la situación todavía puede ser corregida si no se deja pasar demasiado tiempo. Para ello, el interim manager y el socio tienen que comunicarse activamente. Aquí es cuando su relación debe ser más fuerte y ambiciosa.
Reuniones de progreso durante el proyecto: consolidar la relación y hacerla duradera
Dado que el interim manager y el cliente se han comprometido en colaborar intensivamente, es normal que ambas partes se desequilibren en algunos temas.
Supervisar el progreso no es solo una oportunidad para hacer más profunda la relación de negocio e identificar nuevas oportunidades, es también una oportunidad para el socio de desempeñar su papel en el éxito de la misión defendiendo a su manager contra todas las adversidades que puedan darse (desgaste debido al estrés, el cambio de dirección bajo presión en condiciones no negociadas…)
Es a lo largo del desempeño de la tarea cuando la relación entre el interim manager y el socio se vuelve más fuerte porque este último se esforzará por ayudar al cliente a aprovechar al máximo la presencia del interim manager. Por supuesto, sucede que un interim manager puede encontrar dificultades intrínsecamente vinculadas a sus habilidades o posicionamiento, pero en otras ocasiones, las condiciones en las que se encuentra para llevar a cabo su misión se degradan y la empresa no es ágil en ajustar el servicio.
El socio será entonces responsable de restablecer el equilibrio de roles y responsabilidades y de proveer el espacio de diálogo adecuado entre el interim manager y el cliente (reajuste) para responder a su compromiso de ofrecer los máximos beneficios a su cliente.
La asociación entre el interim manager y el director de asignación también tiene la capacidad de permitir al cliente transformar su empresa desde dentro, con el apoyo de un interim manager verdaderamente desvinculado de intereses personales.