Las fuerzas de cambio que impulsarán el futuro laboral
Las fuerzas de cambio que impulsarán el futuro laboral son la evolución de las tareas, la fuerza de laboral y el lugar de trabajo. Las nueva realidad creada por las mencionas fuerzas de cambio nos presentan cuestiones complejas que debemos considerar siempre con las fuentes del talento en el centro, sin olvidar las tecnologías cognitivas y la parte ética que llevan acareadas.
Una oportunidad sin precedentes
Estamos ante una oportunidad sin precedentes para dar forma al futuro del trabajo; en el que organizaciones, emprendedores y gestores tienen mucho que aportar.
La tecnología está cambiando el mundo del trabajo y las relaciones humanas, pero son solo un aspecto del cambio masivo que está en marcha.
Es cierto que la tecnología trajo aparejada una gran aceleración y que nunca antes ocurrieron tantos cambios en un plazo tan breve de tiempo. Pero, ¿qué pasa con el empleo?
Ante la pregunta: ¿Qué tipo de empleos se requerirán en el futuro?, Thomas Friedman respondió:
Se va a demandar personas con grandes habilidades y especializaciones en el rubro de tecnología, pero también surgirán opciones laborales vinculadas con el cuidado de personas mayores, sobre todo teniendo en cuenta el envejecimiento de la población a raíz del incremento de la esperanza de vida. Y también están las tareas vinculadas con la interacción humana. En Airbnb hay dos botones: uno para buscar alojamiento y otro para buscar experiencias, dentro de este último se ofrecen cursos de cocina, tours de arte, visitas a clubes de jazz, hay de todo. La gente está monetizando su pasión, porque ahora, que ya no están escribiendo reportes, tienen más tiempo que antes.
Asimismo, este autor observó: «Lo que está sucediendo es que el trabajo se está desconectando de los empleos, y los trabajos y el trabajo se están desconectando de las empresas, que se están convirtiendo en plataformas».
La gran oportunidad es hacer que del trabajo algo más valioso y significativo para las personas.
Los cambios en el trabajo, la fuerza laboral y el lugar de trabajo están súmamente interrelacionados. Los cambios en una dimensión pueden tener consecuencias importantes tanto para los trabajadores como para los empleadores que no han sido considerados antes.