Guía para demostrar que atiendes en las reuniones

Guía para demostrar que atiendes en las reuniones

Dicen que escuchar en una reunión es un auténtico juego de malabares. Para el escritor Richard Hall, en su libro Los secretos de éxito en el trabajo, no hay lugar en el que se deba prestar más atención que en una reunión. Nos dice que no hay lugar en el que sea más evidente que la voz de un directivo es más importante que las demás. De hecho, una actitud buena, cooperadora y responsable en las reuniones puede ser el impulso definitivo para una carrera.

Observemos todo lo que allí sucede. A veces, lo que no se dice es incluso más importante que lo que se dice. Analiza el lenguaje corporal: brazos cruzados (hostilidad), pelo alborotado (confusión), boca tapada (probable mentira) y así más cosas.

Las reuniones son batallas de egos y prejuicios (además de enorme diversión).

Esto ocurre porque las reuniones son ya tan importantes en nuestro día a día, que la actitud que adoptemos en ellas es determinante para nuestra vida laboral. En especial, en cuanto al arte de escuchar y la velocidad de comprensión.

Guía para demostrar que atiendes en las reuniones

Prepárate

Antes de la reunión, lee los documentos que se vayan a tratar. Prepárate. No se puede jugar a rivalidades en una reunión y es imposible estar 100% del tiempo escuchando activamente.

 

Es más fácil seguir una reunión si simplificas los mensajes

Hazte una nota con los puntos más importantes que se vayan a tratar; te centrarás mejor y atenderás.

 

Las actitudes positivas favorecen la escucha activa

La cordialidad ayuda a que las personas que están en una reunión sean más receptivas, al margen de lo serio que sea el tema a tratar. En las reuniones con gente de mal humor, rara vez se consigue algo; bueno, si, elevar los niveles de estrés y ya se sabe que, con estrés, se atiende la mitad.

 

Evita apuntar los tantos de uno u otro, acabarás obsesionado con las frases de uno y otro

No seas el típico listillo. Es muy fácil parecerlo si te pasas el rato corrigiendo a los demás y diciendo con voz pomposa: “Bueno, es cuestión de orden”. Los que apuntan los tantos no escuchan y además hacen que los demás se sientan peor.

 

No seas maleducado, distraes a la gente

No cuchichees con el que está a tu lado, es de mala educación, altera la reunión y obliga a que dejen de atender y te miren a ti.

 

No seas rebuscado con el lenguaje

El lenguaje rebuscado confunde a la gente y empieza a revolver en su cerebro en busca de información; resultado: dejan de escuchar. Lo que tengas que decir, dilo de forma simple, correcta y escuetamente. Piensa en los que te están escuchando.

 

Escucha, observa y saca tus conclusiones

Observa qué está pasando e intenta entender la interacción que se da entre diferentes personas en la reunión. Las reuniones siempre esconden ciertas capas de intriga política. ¿Quién no se fía de quién? ¿Quién pretende impresionar a quién? ¿Quién es un conservador y quién un intrépido? ¿Quién se está arriesgando? ¿Quién va bien orientado? ¿Qué se ha dicho realmente? ¿Qué queda sin decir? ¿Qué significado tiene eso?

 

Para un interim manager es especialmente importante saber gestionar y participar de forma positiva en una reunión.

En un tiempo reducido se tiene que conseguir un resultado y para esto es importante ser eficiente en el trabajo, empezando por las reuniones. Escuchar, analizar, decidir y comunicar muy bien es la base de cada proyecto. Y las reuniones son una herramienta muy importante para ello. Además una actitud positiva ayuda a crear un clima de confianza y de colaboración, lo que es necesario para gestionar cambios.