La confianza en sí mismo de un interim manager
Dicen que los auténticos líderes no se distinguen por su talento innato o su dominio técnico, sino por su capacidad de inspirar en otras personas: energía, pasión y entusiasmo. Y eso es algo en lo que estamos plenamente de acuerdo en QMT, como empresa especializada en interim management personalizado.
Estos sentimientos, que se extienden rápidamente en los equipos de trabajo, estimulan a los demás, y es algo que buscamos en la selección de cada interim manager. Una parte del liderazgo efectivo y transformador es saber controlar de manera adecuada las propias emociones y potenciar las positivas de los demás, creando resonancia.
En el libro “El líder resonante crea más”, Daniel Goleman, Richard Boyatzis y Annie McKee nos dice en sus primeras páginas:
“Los grandes líderes son personas muy movilizadoras, personas que despiertan nuestro entusiasmo y alientan lo mejor que hay en nosotros. Cuando tratamos de explicar su especial habilidad apelamos a nociones como la planificación, la previsión o el poder de las ideas, pero la realidad es mucho más sencilla: los grandes líderes son personas que saben manejar las emociones.
Poco importa lo que hagan, poco importa que se dediquen a planificar estrategias o se ocupen de movilizarla acción de un equipo, puesto que su éxito no depende tanto de lo que hacen como del momo en que lo hacen. En este sentido debemos resaltar que, si un líder carece de la capacidad de encauzar adecuadamente las emociones, nada de lo que haga funcionará como es debido”.
La confianza en sí mismo de un interim manager
Las cuatro dimensiones de la inteligencia emocional (conciencia de uno mismo, autogestión, conciencia social y gestión de las relaciones) son realmente conocidas. No lo son tanto las competencias de liderazgo que componen cada una de estas dimensiones. Hoy, en este post, queremos centrarnos en una, en la confianza en uno mismo,
Un verdadero interim manager profesional confía en sí mismo y lo transmite. Tienen una actitud que les permite tener una visión positiva acerca de ellos mismos. El conocimiento preciso de sus capacidades permite que estos profesionales puedan apoyarse en sus fortalezas para asumir tareas complejas.
Son ejecutivos con una fuerte sensación de presencia y de seguridad que les ayuda a destacar en el seno de un grupo que se encuentra en un periodo de cambio. Por supuesto, cuentan con otras competencias muy destacables como son las de catalizadores del cambio, la de servicio o la de desarrollo personal de los demás.