¿Por qué falla la implantación de la estrategia?
La implementación de la estrategia se refiere a las decisiones tomadas y los problemas que surgen al formular o ejecutar estrategias para una implementación efectiva.
Por extraño que parezca, el pensamiento estratégico tradicionalmente ha descuidado la implementación.
Sin embargo, es muy importante porque de ello depende en muchos casos el éxito de la empresa. Además, la implementación de la estrategia suele requerir algunos cambios en la organización.
Las 4 actividades de una buena implantación
Las actividades de implantación se pueden resumir en estos cuatro aspectos:
- las características del diseño organizativo compatibles con las necesidades de la estrategia,
- los sistemas de dirección y liderazgo de las personas,
- la cultura organizativa coherente con los comportamientos exigidos,
- y los sistemas de planificación y control.
Los tres primeros constituyen el soporte o infraestructura necesaria y conveniente sobre la que se apoya la estrategia. Como tales, son esencialmente cuestiones organizativas que tienen un impacto considerable en el éxito o el fracaso de cualquier estrategia al facilitar, obstaculizar o retrasar su adecuada implementación.
En pocas palabras, una buena estrategia funciona mejor en una buena organización que puede adaptarse a sus necesidades.
El cuarto aspecto, los sistemas de planificación y control, es de carácter más técnico y permite concretar la estrategia elegida en diferentes niveles funcionales para traducirla en objetivos específicos para cada unidad organizativa o grupo de trabajo, de modo que se consiga una ejecución real.
El control permite revisar todo el proceso y, en su caso, detectar las anomalías que se hayan podido producir, brindando así la posibilidad no sólo de corregir el proceso de implementación, sino en última instancia de corregir la propia estrategia (en este caso llamado control de estrategia).
Pero para ejercer el control estratégico se deben abordar una serie de cuestiones internas dentro de la empresa: el control de las unidades organizativas para asegurar el cumplimiento de sus objetivos y el uso adecuado de los recursos que les asignan; el establecimiento de precios de transferencia que regulen las transacciones intraempresariales y el diseño de sistemas de información adecuados para llevar a cabo el control estratégico.
Es decir, los sistemas de control monitorean el cumplimiento de los objetivos estratégicos y detectan posibles anomalías en su implementación que deben corregirse antes de que impacten negativamente en el éxito de la empresa.
¿Por qué falla la implantación de la estrategia?
Para Ken Favaro algunas de las causas de la falta de implantación de la estrategia son las siguientes:
- Escasa atención a la aceptación e involucración de los equipos.
- Ausencia de comprobación del compromiso de los colaboradores con las acciones que hay que realizar.
- Débil comunicación de las acciones clave de la estrategia.
- Ausencia de criterios de priorización de tareas.
- Ausencia de apoyo en la primera implantación.
- Desconocimiento del beneficio o resultado para el equipo y la compañía de la estrategia establecida.
- Escasa integración de las tareas o funciones actuales con las propuestas mediante las iniciativas estratégicas.
- Ausencia de alineamiento de los recursos disponibles en el día a día: financiación, procesos, herramientas.
- Desvinculación con el sistema de compensación.
- Ausencia de un seguimiento sistemático.
Por ello, en QMT trabajamos desde el primer día, con nuestra propia metodología: Los Ejes del Progreso®, para obtener el compromiso conjunto del equipo de directivos de los clientes y de nuestros interim managers, con la idea de compartir un relato de la estrategia en la que todos encuentren formas de contribuir a ella
Asimismo, creamos un sistema operativo de “feedback”, focalizado en medidas operativas de nivel organizativo definidas por el interim manager, convirtiéndose en un líder transformador.