Por qué los bancos deben financiar proyectos de interim management
10 Nov
Una innovación necesaria en refinanciaciones y reestructuraciones
En una situación compleja, como la actual, las empresas necesitan reforzar sus estructuras directivas y la transparencia con el mercado, especialmente con sus socios financieros. La confianza es la piedra angular que posibilita la financiación de cualquier proyecto de transformación. El interim management permite incorporar temporalmente directivos experimentados e independientes, aumentando de este modo la confianza. Es una inversión que forma parte de un proyecto rentable y, por tanto, debe ser objeto de financiación. En situaciones de refinanciación o reestructuración, el interim management debe ser parte del acuerdo. Una innovación necesaria que compensa con experiencia, independencia, transparencia y confianza, el incremento de riesgo de las entidades financieras.
Situación actual
El escenario tras la primera ola de COVID en España puso de manifiesto la amplificación de dos aspectos críticos en un número elevado de empresas independientemente de su tamaño, aunque más evidente a medida que éste disminuye:
- infra capitalización y
- carencias en la gestión.
Los diferentes tipos de apoyos públicos en forma de préstamos avalados, retrasos en los pagos de impuestos, moratorias en los alquileres y los ya familiares ERTE, han generado una importante liquidez que han permitido superar dicha primera ola, aunque no afrontar las debilidades de fondo.
Por otra parte, en los próximos meses vamos a asistir a dos fenómenos coincidentes que incrementarán las debilidades hasta niveles críticos en muchos casos. Por un lado, nos encontramos inmersos en una segunda ola cuyo impacto en los ingresos aún es difícil de cuantificar, pero que se producirá, sin duda, a pesar de los esfuerzos de los poderes públicos por implementar medidas quirúrgicas lo más respetuosas posibles con la actividad económica. Por otro, comenzarán a vencer y a retirarse progresivamente los apoyos financieros públicos, que no son sostenibles a pesar del programa de ayudas aprobado por la Unión Europea.
Desarrollar y fortalecer las competencias directivas y de liderazgo es, de nuevo, una prioridad, al mismo nivel que la transformación digital y la evolución hacia un modelo productivo sostenible. Podemos afirmar que, sin el primer elemento, no se alcanzarán los objetivos de los segundos.
Por otra parte, toda transformación requiere de financiación específica. De nuevo el papel del sistema bancario será esencial, no sólo como canalizador de los recursos públicos procedentes de los programas de ayudas, sino como inversor de sus propios recursos y los de sus depositantes.
Fuertes competencias directivas y de liderazgo
En este artículo analizamos el triángulo que forman las compañías de interim management, bancos y empresas, con las competencias directivas como baricentro: ¿cómo hacerlo virtuoso?
Nos enfrentamos a una situación compleja, con una dimensión financiera que afecta a la capacidad de pago de las empresas, una dimensión tecnológica, con una transformación de los modelos de negocio aun lejos de concluir, y una dimensión social y medioambiental recién iniciada que condicionará el acceso a determinadas fuentes de financiación, y causará una nueva evolución de los modelos de negocio.
¡Se necesitan fuertes competencias de gestión y liderazgo, y rápidamente! No hace falta decir que una empresa fuerte en las dimensiones indicadas tiene, sin duda, mejor posición competitiva, más atractivo para un inversor nacional o extranjero, y puede discutir cualquier acuerdo desde un buen punto de negociación.
El interim management o dirección temporal es una solución eficaz. Los interim managers son ejecutivos expertos en gestión del cambio, orientados a resultados y con conocimientos completamente actualizados que renuevan a iniciativa propia y refuerzan en cada misión. Aportan valor desde el primer día porque cuentan con experiencia previa en aquella situación a la que se enfrenta la empresa.
Por tanto, se ha reiniciado el debate sobre la financiación de los proyectos de interim management por parte de bancos y entidades financieras en sentido amplio, especialmente en un período de transformación y/o crisis.
¿Por qué deberían hacerlo los bancos?
Principalmente, para evitar el riesgo sistémico de la cartera y mantener un ecosistema sostenible, con el plus de disponer de información relevante sobre la evolución de la empresa en tiempo real, en un entorno totalmente privado.
Por otra parte, también las empresas deben entender que el mérito y la ética son los elementos clave una relación próspera y duradera con los bancos.
Los procesos de concesión y seguimiento de crédito están avanzando hacia una evaluación de riesgos más objetiva, basada no sólo en el pasado y el presente de la empresa, sino también en el futuro y en la calidad de la gestión (definida también como nivel de transparencia y análisis de la comunicación financiera).
Las empresas deben entender que su creciente complejidad no es compatible con la existencia de un único responsable de la toma de decisiones y que el número de stakeholders o partes interesadas está aumentando.
Las empresas deben asumir una mayor responsabilidad, especialmente en lo que respecta a la profesionalidad de su equipo directivo, y en cuanto a aceptar un mayor nivel de divulgación y transparencia, especialmente con los bancos, sobre sus planes de futuro y la ejecución de estos.
Este modelo de relación puede verse favorecido por la incorporación de directivos temporales, que aporten su experiencia, refuercen las capacidades directivas de la compañía e incrementen la confianza de los sus socios financieros.
El caso de las refinanciaciones y reestructuraciones
Todo lo anterior se amplifica exponencialmente en situaciones de tensión financiera.
En crisis pasadas, a menudo las empresas han concebido la refinanciación o reestructuración como el fin del proceso y del problema. Pero en realidad es el comienzo de un proceso nuevo, que tiene por objetivo asegurar la continuidad de la empresa, y durante el cual parece que el reloj va más rápido.
Independientemente de si la causa es externa a la empresa (como el COVID), o interna, es evidente que se necesitan recursos adicionales para superar la situación, junto con facilidades de pago que mejoren la carga financiera a corto plazo sin comprometer el futuro.
En este contexto, la confianza y la capacidad de gestión intensifican su relación y se retroalimentan. Las empresas que afrontan una refinanciación o una reestructuración deben reforzar su estructura directiva, incorporando competencias y habilidades nuevas, e incrementar su transparencia. Ambos deben generar la confianza suficiente en las entidades financieras como para facilitar la refinanciación o reestructuración.
A su vez, los bancos están obligados a maximizar la recuperación de sus inversiones, y para ello son conscientes de que es necesario asumir riesgos e incluso incrementar la financiación. Pero eso no debe convertirse en un cheque en blanco al equipo directivo. Deben exigirse evidencias que soporten la confianza.
El interim management facilita el incremento de confianza necesario. La incorporación temporal de uno o varios directivos externos, profesionales e independientes refuerza claramente las capacidades directivas de la empresa. Los bancos deben contemplar la financiación del coste como parte del acuerdo de refinanciación o reestructuración, a cambio de un incremento de la transparencia sobre la ejecución del plan estratégico acordado.
Más poder de negociación
Lo comentado en los puntos anteriores puede aplicarse también en caso de discutir un acuerdo con un inversor profesional, ya sea nacional o extranjero. Por un lado, una empresa con un equipo directivo más fuerte puede ser un objetivo más atractivo para un inversor, que siempre evaluará su capacidad de ejecutar un determinado plan estratégico. Por otro lado, una empresa con un equipo directivo solvente siempre tendrá mayor poder de negociación con un inversor.
¿Qué deben hacer entonces los propietarios o primeros directivos?
La otra cara de cualquier crisis es la oportunidad derivada de los cambios socio económicos, de las preferencias de los clientes, del desarrollo tecnológico, y de la modificación del entorno competitivo.
Es cierto que transformar el modelo de negocio requiere de unas habilidades, de un tiempo, o de ambos, que no siempre están disponibles en la empresa, especialmente a nivel directivo. En muchas ocasiones, la velocidad de cambio de los acontecimientos supera ampliamente la capacidad de ejecución. Y en otras, las oportunidades surgen en momentos poco favorables, pero debe ser igualmente aprovechadas.
En estas situaciones, las empresas tienen la posibilidad de incorporar uno o varios ejecutivos con experiencia previa en su oportunidad o situación. Durante el tiempo que necesiten. Para alcanzar unos resultados. Sin comprometer la estructura de costes a largo plazo ni integrar de forma permanente a un profesional en su estructura directiva.
Un interim manager es parte de la inversión necesaria para acometer cualquier proyecto de transformación. Por tanto, debe exigirse una rentabilidad adecuada y asignarse una financiación específica. La consideración del interim management como inversión necesaria, debe facilitar la financiación bancaria.
Las empresas de interim management, como QMT, nos asociamos con los propietarios o primeros directivos para definir e identificar el perfil adecuado para cada proyecto. Participamos en la ejecución para facilitar la integración del interim manager y para posibilitar la consecución de los objetivos en el tiempo establecido. Gestionamos con la empresa, no sólo los cambios internos o externos con impacto en el proyecto, sino también una adecuada transferencia del conocimiento.