Un modelo para la excelencia del CEO

¿Cuáles son las mentalidades y prácticas de los CEO excelentes?

Para responder a esta pregunta, comenzaremos recordando los seis elementos principales de todo CEO, elementos mencionados en prácticamente toda la literatura sobre el rol: establecer la estrategia, alinear la organización, liderar el equipo superior, trabajar con la junta, siendo la cara de la empresa para las partes interesadas externas y administrar su propio tiempo y energía.

18 responsabilidades específicas

Ahora las vamos a dividir en 18 responsabilidades específicas que recaen exclusivamente en el consejero ejecutivo, buscando un modelo para la excelencia de estos profesionales de tan alto perfil. Estas responsabilidades prescriben mentalidades y prácticas que ayudan a los directores ejecutivos a tener éxito en sus funciones particulares. Son estas:

 

Un modelo para la excelencia del CEO

  1. Establecer la estrategia corporativa y centrarse en vencer las adversidades. Corresponde al líder establecer la dirección de la empresa: tener un plan frente a la incertidumbre. Una forma en que los directores ejecutivos intentan reducir la incertidumbre estratégica es centrarse en las opciones con los casos comerciales más firmes. Así, las probabilidades de dar el salto del promedio a sobresaliente pueden ser altas, pero los directores ejecutivos pueden aumentar en gran medida la probabilidad de superar esas probabilidades adhiriéndose a estas prácticas:
    • Visión: Reformular lo que significa ganar.
    • Estrategia: Haga movimientos audaces pronto.
    • Asignación de recursos: manténgase activo.

 

  1. Alineación organizativa: gestionar el rendimiento y la salud con el mismo rigor. Los mejores CEO ponen el mismo rigor y disciplina para lograr la grandeza tanto en la estrategia como en el talento. Y cuando se trata de ubicar a los grandes talentos, casi la mitad de los líderes sénior dicen que su mayor arrepentimiento es haber tomado demasiado tiempo para sacar a los de menor desempeño de los roles importantes, o fuera de la organización por completo. Las razones de esto son tanto prácticas (los buenos líderes brindan al CEO una importante influencia) como simbólicas (los CEO que toleran un desempeño deficiente o un mal comportamiento disminuyen su propia influencia). Muchos directores ejecutivos también dicen que lamentan haber dejado a personas con un desempeño adecuado en puestos clave y no haber logrado desarrollar todo el potencial de sus roles. Los mejores directores ejecutivos piensan sistemáticamente en su gente: qué funciones desempeñan, qué pueden lograr y cómo debe operar la empresa para aumentar el impacto de las personas.
    • Talento: empareje el talento con el valor.
    • Cultura: ir más allá del compromiso de los empleados.
    • Diseño organizacional: Combina velocidad con estabilidad.

 

  1. Equipo y procesos: poner la dinámica por delante de la mecánica. La dinámica de un equipo de alto rendimiento puede influir fuertemente en el éxito de una empresa. Sin embargo, más de la mitad de los altos ejecutivos informan que el equipo superior tiene un desempeño deficiente. El CEO a menudo no está al tanto de esta realidad. La eficiencia y la eficacia de los procesos centrales de gestión de una empresa también pueden cambiar la suerte de una empresa, pero menos de un tercio de los empleados informan que los procesos de gestión de su empresa respaldan el logro de los objetivos comerciales. ¿Por qué la desconexión? El problema no es intelectual, sino social: los sesgos individuales e institucionales y las dinámicas de grupo torpes pueden disminuir con la efectividad del equipo y sus procesos. Los excelentes CEO reconocen esta realidad y la contrarrestan de varias maneras:
    • Trabajo en equipo: mostrar determinación.
    • Toma de decisiones: Defiéndete de los sesgos.
    • Procesos de gestión: Asegurar la coherencia.

 

  1. Compromiso de la Junta: ayudar a los directores a ayudar al negocio. La misión de la Junta en nombre de los accionistas es supervisar y guiar los esfuerzos de la gerencia para crear valor a largo plazo. La investigación muestra que las prácticas sólidas de gobierno corporativo están vinculadas con un mejor desempeño, incluidas valoraciones de mercado más altas. Una junta efectiva también puede repeler a los inversionistas activistas. A pesar de estas ventajas, muchos directores ejecutivos consideran los directorios de sus empresas de la misma manera que un director ejecutivo nos describió el directorio de su empresa: como un «mal necesario». El presidente lidera el Consejo, e incluso en los casos en que ese rol lo ostenta el CEO, la independencia del Consejo es fundamental. No obstante, los directores ejecutivos excelentes pueden tomar medidas útiles para mejorar la calidad del asesoramiento de la Junta a la gerencia, como las siguientes:
    • Eficacia: Promover una agenda con visión de futuro.
    • Relaciones: Piense más allá de la reunión.
    • Capacidades: Buscar el equilibrio y el desarrollo.

 

  1. Partes interesadas externas: Centrarse en el largo plazo «¿Por qué?». Todo CEO debe conocer la misión y los valores de su empresa. Los buenos directores ejecutivos saben que estas declaraciones deben ser más que eslóganes para los carteles de la oficina y las utilizan para influir en la toma de decisiones y en los comportamientos cotidianos. Los excelentes CEO van más allá: refuerzan y actúan sobre un propósito corporativo (¿el por qué?) que implica no solo ganar dinero sino también beneficiar a la sociedad. Esta postura, junto con un enfoque granular para priorizar las interacciones con las partes interesadas y un sólido plan de resiliencia corporativa, permite a los directores ejecutivos minimizar la exposición de la empresa a los riesgos relacionados con los clientes y las partes interesadas, y capitalizar nuevas oportunidades. Los buenos directores ejecutivos se aseguran de que sus empresas tengan un modelo operativo de riesgo, una estructura de gobierno y una cultura de riesgo efectivos. Los grandes directores ejecutivos y sus directorios también anticipan grandes impactos, eventos macroeconómicos y otras crisis potenciales.
    • Propósito social: mira el panorama general.
    • Interacciones: Priorizar y dar forma.
    • Momentos de la verdad: desarrolle resiliencia antes de una crisis.

 

  1. Administrar su propio tiempo y energía: haz lo que solo tú puedes hacer. Los directores ejecutivos pueden abrumarse fácilmente, lo cual es comprensible dada la amplitud de su función. Como ha dicho el decano de la Escuela de Negocios de Harvard, Nitin Nohria, “los directores ejecutivos son responsables de todo el trabajo de sus organizaciones. Su vida consiste en reuniones interminables y un aluvión de correos electrónicos”. Muchas investigaciones también sugieren que muchos directores ejecutivos se ven acosados ??por la soledad, la frustración, la decepción, la irritación y el agotamiento. Si bien ningún director ejecutivo puede escapar por completo de estas emociones, los excelentes directores ejecutivos saben que servirán mejor a la empresa si toman el mando de su bienestar de estas maneras:
    • Oficina: Administre el tiempo y la energía.
    • Modelo de liderazgo: elige la autenticidad.
    • Perspectiva: Protéjase de la arrogancia.

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