hacer frente a los cambios e incertidumbres en las empresas

12 mensajes para hacer frente a los cambios e incertidumbres de las empresas

Siempre hemos apostado por una buena biblioteca empresarial, que nos aporte los conocimientos necesarios y nos ponga al día de las novedades de gestión que podamos aplicar con nuestros interim managers; y, sobre todo, que nos dé luz para afrontar nuevos proyectos con proactividad y hacerlos rentables para nuestros clientes.

Buscando una lectura para estos días estivales, apareció un viejo libro, ya de 1994, titulado “The Financial Times on Management”, editado por Christopher Lorenz y Nicolas Leslie. Este libro cuenta con un capítulo cuyo contenido es perfecto para estos tiempos de crisis y, por tanto, de cambio. Habla de cómo hacer frente a los cambios e incertidumbres en las empresas.

Comienza con una cita de Nicolás Maquiavelo que es una declaración de intenciones:  “Quien desee el éxito constante debe cambiar su conducta de acuerdo con los tiempos”. Sus primeros párrafos tampoco tienen desperdicio, aquí van:

Al igual que los potentados, los políticos y los funcionarios, los empresarios siempre suelen quejarse del ritmo acelerado de cambios. Suelen lamentarse también de la incertidumbre que suelen acompañarlos. En realidad, los cambios son a menudo perfectamente previsibles.

Aunque hay muchas maneras de hacer frente y de adaptarse a los cambios imprevistos, la gente quiere estabilidad, algo previsible. […] La realidad es distinta. La mayoría de expertos en historia de la economía y de la sociedad diría que los periodos de calma y certidumbre son la excepción y no la regla, sobre todo desde inicios del siglo XIX.

En este post queremos ofreceros los doce mensajes que nos señalan los autores, y que estamos convencidos de que serán de vuestra utilidad:

  1. La semilla del futuro fracaso de muchas empresas está oculta en su éxito actual.
  2. Las culturas de las empresas no solo son mucho más fuertes de lo que creen muchos empresarios, sino que cambiarlas plantea problemas todavía mayores.
  3. Incluso cuando se está produciendo, y sin que haya concluido este largo proceso de mentalidad, las empresas deben empezar a moverse como rayos para reaccionar ante los cambios en su entorno competitivo y tecnológico.
  4. La dirección al nanosegundo no consiste solamente en adoptar estrategias de respuesta, adaptándose a los cambios de la corriente, sino que es también una estrategia activa en el sentido de moldear el entorno antes de que lo haga la competencia.
  5. Ningún directivo, ninguna empresa, podrá, no ya prosperar, sino sobrevivir, si se limita a permanecer inmóvil. Constantemente deben poner al día sus capacidades, sus conocimientos, sus actitudes y su comportamiento.
  6. Una importante manera de superar las barreras al cambio es confiar en gente nueva para que lleve un nuevo proyecto.
  7. La fuerza de la competitividad hay que buscarla allí donde haya algo único, notable y potencialmente duradero para ofrecer.
  8. Es preciso defender, reforzar e impulsar el “núcleo de ventaja (competitiva)” frente a la idea de atacar cualquier frente.
  9. Es necesario construir lo que los consultores y los expertos académicos han denominado “capacidad de la organización”, es decir, la capacidad para llevar a cabo las estrategias.
  10. Las empresas deben también aprender a organizarse para trabajar en equipos multifunciones.
  11. El estilo de gestión y la “capacidad de organización” deben ser contemplados como aspectos tan centrales como su potencial estratégico, de marketing y tecnológico.
  12. Una empresa solo prosperará si pone los intereses de sus clientes y de sus empleados por lo menos al mismo nivel que el objetivo convencional de ofrecer a los accionistas el mayor beneficio posible.