decisiones sin incertidumbre y las decisiones con incertidumbre

Decisiones sin incertidumbre vs. decisiones con incertidumbre

Como veíamos en un post reciente sobre las decisiones programadas vs. decisiones no programadas, los tipos de toma de decisiones en las organizaciones pueden presentar una gran variedad. Otra posible clasificación de las decisiones es aquella que las diferencia en función de las características de la conexión entre las alternativas y sus consecuencias.

 

Decisiones sin incertidumbre

Las decisiones en situaciones de certidumbre se caracterizan por el hecho de que todas las alternativas de acción y sus respectivas consecuencias son conocidas por el decisor.

 

Decisiones con incertidumbre

Las situaciones de incertidumbre son aquellas en las que las consecuencias de las posibles alternativas de acción resultan inciertas o desconocidas.

Dentro de las decisiones en situación de incertidumbre podemos diferencias, a su vez, dos grandes tipos:

  • las decisiones en situación de riesgo.
  • las decisiones en situación de incertidumbre completa.

 

Las decisiones de riesgo pueden definirse como aquellas en las que cada una de las alternativas de acción presenta más de una consecuencia, si bien el decisor puede conocer la probabilidad de que ocurra cada una de esas consecuencias.

Una de las técnicas más utilizadas y conocidas en las decisiones de riesgo es el denominado árbol de la decisión, en el que se incluye toda la información relevante, se consideran todas las consecuencias, el valor esperado con respecto a cada una de ellas y las probabilidades de que ocurran. Lógicamente, cuanto más complejo sea el problema al que nos enfrentamos mayor será el número de consecuencias que pueden derivarse de cada situación y más costoso resultará obtener toda la información relativa a cada una de ellas.

Por su parte, las decisiones en situación de incertidumbre completa son aquellas en las que el decisor desconoce tanto el número de consecuencias o resultados posibles de cada acción alternativa como la probabilidad de que ocurra cada una de ellas. En este caso, ni siquiera la utilización de métodos probabilísticos permite la reducción de la incertidumbre a niveles razonables, por lo que sólo se puede intentar diseñar algún modelo que posibilite al decisor valorar de mejor a peor las alternativas que se le presentan para poder elegir entre ellas o, simplemente rechazarlas.