Experiencia personal como interim compliance officer

Experiencia personal como interim compliance officer

Dentro de una empresa, una de las áreas donde la experiencia es crítica para conseguir los resultados esperados es en el área de cumplimiento normativo, conocida habitualmente como compliance. Por este motivo, es habitual ver a un interim manager desempeñando las funciones de compliance officer, liderando proyectos relacionados con la gestión de riesgos y el cumplimiento de regulaciones, así como la normativa interna.

En proyectos complejos en su contenido, duración prolongada en el tiempo y con presupuestos elevados, los interim managers que han dirigido este tipo de proyectos han desarrollado habilidades especiales que les permiten aportar un valor añadido muy importante.

Además, si el proyecto se desarrolla en un ámbito internacional y con la involucración de otras empresas relevantes en el sector actuando como subcontratistas, la experiencia del interim compliance officer en proyectos similares reduce los tiempos de ejecución y limita los riesgos, lo cual repercute positivamente en los costes de implantación.

Una ventaja adicional del interim compliance officer en esta función es la de independencia de criterio para aplicar las lecciones aprendidas en proyectos anteriores, aportando soluciones exitosas a situaciones que, generalmente, se repiten.

Experiencia personal como interim compliance officer

Mi experiencia personal como interim manager interno es amplia y dilatada en el tiempo. He estado involucrado en proyectos estratégicos y complejos liderados por empresas de varios sectores, en los que la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo eran aspectos críticos.

Adicionalmente, en el caso concreto de la implementación de un programa de cumplimiento normativo en una empresa internacional, fue necesario llevar a cabo una importante gestión del cambio organizativo para asegurar la adecuada implementación y seguimiento del programa en todas las unidades de negocio de la empresa.

Como resultado se implantaron en la organización los siguientes procedimientos:

  1. Programa de compliance penal.
  2. Código de conducta y una política de prevención y gestión de conflictos de interés para empleados y terceras partes.
  3. Canal de denuncias.
  4. Manual de prevención del blanqueo de capitales.
  5. Protección de datos de carácter personal.
  6. Política contra la corrupción y el soborno.
  7. Procedimientos para la prevención del abuso de mercado.
  8. Procedimientos de control de la ciberseguridad.
  9. Políticas de contratación con las administraciones públicas.
  10. Política de gestión medioambiental.
  11. Política de homologación de suministradores.
  12. Formación de empleados y terceros relacionados.

Otras situaciones en las que, desde mi experiencia personal, la incorporación de un interim compliance officer aporta un gran valor están relacionadas con la identificación y evaluación de riesgos, el diseño y ejecución de programas de formación en cumplimiento normativo, y la implementación de políticas y procedimientos adecuados para prevenir y detectar posibles irregularidades.

 

Un post de Francisco Navajas Martínez, interim compliance officer