Interim manager

Quiero ser interim manager

Estamos viendo, en este momento, que el interim management se está desarrollando en España como un servicio profesional más. Cada vez, hay mayores posibilidades, para los profesionales que quieren tener un perfil de interim manager. Desde hace décadas, es un servicio muy consolidado en el resto de Europa.

A causa del aumento de oferta de directivos, hay una gran oferta de profesionales que ven el interim management como una posibilidad temporal para no perder ingresos.

Si alguien realmente quiere ser interim manager tienes que hacerte varias preguntas. ¿Qué es lo que buscan las empresas de interim management y sus clientes? ¿Cómo puedo ser atractivo para ellos? ¿Qué puede esperar el profesional de esta elección, y con qué se va a encontrar? ¿Es el interim management realmente la mejor alternativa para mí? Para muchos que se ofrecen, interim management no es la mejor alternativa.

En QMT y nuestros clientes, buscamos generalmente personas con mucha experiencia que tienen una capacidad demostrada de gestionar un cambio real y que se dedican a esta profesión por una decisión voluntaria y positiva.

Muy pocas veces, el cliente ofrece al interim manager incorporarse a la empresa de forma permanente una vez concluido el proyecto. Es una gran equivocación pensar que a través de un proyecto de interim management uno puede quedarse en la empresa cliente y reemprender allí una carrera profesional permanente.

Carrera y experiencia previa

En un candidato que nunca ha sido interim manager buscamos que sea un ejecutivo muy experimentado (mayor de 45-50 años) con un historial sólido y de éxito. Con un desarrollo consistente y coherente. También tiene que haber demostrado capacidad de gestionar situaciones de cambio.

Si ya tiene experiencia en interim management buscamos que haya hecho proyectos muy concretos y que los haya terminado con éxito.

No buscamos Superman o Superwoman, sino alguien que tenga experiencia y calidad, y que haya vivido antes una situación comparable a la que se va a afrontar en un proyecto.

Perfil ejecutivo

Normalmente se trabaja con ejecutivos que proceden de empresas grandes. Son personas que han trabajado en los entornos más complejos, más exigentes y más competitivos. Son empresas donde normalmente hay sistemas, métodos y rigor.

También son compañías donde se sigue invirtiendo en la formación de sus profesionales.

Las competencias que se valoran más en interim managers son la capacidad de liderazgo, de aguantar la presión, y la experiencia gestionando cambios. Es clave haber estado en situaciones comparables, “haberlo vivido antes”.

La experiencia sectorial no es muy importante. Normalmente prima ser un buen ejecutivo y tener mucho sentido común. Solo en situaciones muy específicas como operaciones en el sector de automoción, o marketing y ventas en gran consumo es importante la experiencia sectorial. Estudios en EE.UU. han demostrado que profesionales ajenos al sector en el cual empiezan, aportan muchas ideas nuevas. Además, porque son conscientes de que no lo saben todo, se apoyan más en sus equipos y crean mayor cohesión y sentido de equipo. En áreas transversales como Finanzas, IT o RR.HH. es muy obvio que un profesional puede trabajar sin dificultades en diferentes sectores.

Valoramos mucho en el candidato que aporte seniority. Este concepto incluye: competente por experiencia, enfocado en la implantación, enfocado al resultado y ser tan competente que puede entrar en discusión con cualquier persona en la empresa.

Competente por experiencia implica que se sienta cómodo en la situación que va a desarrollar. No le debe asustar, entiende y anticipa lo que puede ocurrir en el futuro próximo. Lo debe haber vivido antes. Habitualmente, los interim managers suelen estar sobrecualificados para el reto que tienen que afrontar. Así se asegura mejor el éxito del proyecto.

El factor tiempo es muy importante en cualquier proyecto de interim management. Por tanto, el interim manager debe demostrar resultados en un plazo corto. Por ello, debe de estar enfocado en la implantación. Hay que saber actuar rápido y sin pausa. Cada día cuenta y posibles demoras pueden ser letales para el proyecto.

Siempre se topará con personas que apoyan al ejecutivo y personas que tienen otras ideas. El interim manager tiene que ser tan consistente en sus ideas y tan competente en sus actuaciones que nadie puede ponerle interrogantes a su trabajo.

En resumen, buscamos personas altamente profesionales con una gran capacidad de trabajo y que saben por experiencia como enfrentarse a las múltiples facetas y problemas que conllevan la gestión de un cambio en una empresa o en un área de la misma.

La carrera futura de un interim manager

Para tomar la decisión de ser interim manager hay que tener claro cómo va a ser su carrera futura y cómo va a ser la vida futura.

La carrera del interim manager está marcada por varios puntos. Primero hay que estar convencido que esto es lo tuyo. No buscamos alguien desesperado por su situación económica, que se agarra a cualquier cosa.

Hay que tener claro que te gusta trabajar por proyectos y que una vez que se hayan terminado, la relación con el cliente termina en todos sus aspectos. Se hace el cambio, se resuelve a la situación y se va a casa. Hay que dejar que la organización después de un tiempo vuele por sí misma.

Se pide al interim manager que sea fiel a sus compromisos. Se sabe cuando empieza el proyecto, pero no a ciencia cierta cuando termina. No se puede abandonar un proyecto a medio hacer porque el directivo quiere dedicarse a otra cosa o porque ha encontrado un empleo permanente. Hay proyectos que se contratan por un tiempo determinado y luego se añade unos meses más. El interim manager debe tener la capacidad para seguir en el proyecto. Hay que ser fiel al proyecto cueste lo que cueste. Solo una vez que el proyecto se finaliza, se puede empezar a buscar uno nuevo.

Esta forma de trabajar implica inestabilidad. Habrá momentos en que se tienen ingresos y momentos en que no. Nadie puede prever cuanto tiempo durará este último período. Hay que tener suficiente colchón financiero para poder sobrevivir a ella. Por esta razón, un profesional que está en paro y que tiene un nivel de obligaciones financieras altas (hipoteca, colegios, préstamos, etc.) no va a encontrar en el interim management una salida a su problema.

Un buen interim manager es identificable por algo, tiene que definir su Unique Selling Proposition (USP). El cliente quiere alguien con unas capacidades y experiencias muy concretas. Para que tome en consideración un candidato, este debe tener estas experiencias. Un claro ejemplo es un profesional que es experto en crear una fábrica desde la nada y ponerla en marcha. Tenemos en nuestro grupo de ejecutivos un interim manager que, a partir un terreno, unos planes y unos permisos es capaz de levantar la planta con toda su maquinaria. Él contrata a los trabajadores,  los mandos intermedios y los directivos y pone en marcha la producción. Una vez que esto funciona bien, se marcha. El 80% de sus encargos son de esta índole, y el resto son proyectos donde sus capacidades se pueden aprovechar para proyectos relacionados. Cuando pensamos en una planta nueva, automáticamente pensamos en este profesional.

Los clientes no están interesados en personas que se ofrecen con el argumento de que tienen una experiencia muy amplia. Mantener como argumento de venta un abanico de experiencias muy amplio no convence, ni vende. Esto es un error que muchos interim managers cometen muy a menudo.

La vida futura de un interim manager

El interim manager ha hecho un cambio de etapa en su vida. En vez de ser un empleado, ahora es un profesional liberal, con sus ventajas y desventajas. Con sus momentos de actividad e inactividad. Ha elegido entre ser profesional liberal y empleado. Ambos no son compatibles. Ya no se puede hablar de una carrera profesional planificada, aunque puede ser que unos años más tarde se vuelva a retomar esa vía de nuevo.

El cambio de estilo de vida incluye más libertad, el interim manager decide cuándo trabaja y cuándo no. No hay ninguna rutina previsible. Entre dos proyectos se pueden tomar tiempo libre y nadie obliga a trabajar. Es importante crear una buena red de contactos y trabajar el networking.

Aparte de un cambio en el estilo de vida, también es un cambio en el estilo de trabajo. El interim manager trabaja por proyecto y la presión para conseguir resultados en un plazo corto es muy importante. Los proyectos son siempre para superar una situación y no existe un momento de respiro. Una vez que se termina el proyecto no se ven luego los frutos a largo plazo. Cuando se va, ya no se vuelve, se deja atrás la empresa y al equipo con el cual se ha trabajado de forma muy intensa. Y así, una vez tras otra.

Conclusión

Ser interim manager es ejercer una profesión liberal con la cual unos se sienten muy a gusto, pero que no es para todos. Para tener éxito hay que tener mucha experiencia profesional y querer trabajar por proyectos.

El cliente busca un profesional con una experiencia muy especifica y que antes haya vivido y resuelto con éxito una situación comparable. Se espera que el profesional esté enfocado a la implantación y que aporte resultados rápidos.

Aparte de hacer bien el trabajo, el interim manager también tiene que saber venderse. Para esto es primordial definir una Unique Selling Proposition.

Ser interim manager incluye un cambio de estilo de vida y de estilo de trabajo. Hay que estar preparado para ello y esto tiene que hacer ilusión. Tiene sus ventajas y sus inconvenientes. La elección de ser interim manager debe motivar, y tomarse con ganas de emprender una nueva etapa profesional y personal. Si la elección es por necesidad económica y para intentar obtener así un empleo permanente, llevará a la frustración.

Hay miles de profesionales en Europa que han tomado el camino de interim manager y están encantados. No quieren cambiar por nada en el mundo su forma de trabajar y de vivir.