¿Eres un líder que escucha?
26 Ene
La pregunta del título es muy sugerente: ¿Eres un líder que escucha?
Para saberlo te recomendamos la lectura de Power Listening: Mastering the Most Critical Business Skill of all, de Bernard T. Ferrari (Penguin, 2012), cuyo resumen ejecutivo es el siguiente:
Nada es más pernicioso para una organización que un líder que no sabe escuchar. Y es que saber escuchar marca a veces la diferencia entre ganar y perder, entre un equipo compenetrado y uno dividido, entre una larga carrera y una corta.
Escuchar es la habilidad más poderosa que pueda cultivar una persona de negocios. La buena noticia es que es posible aprender a escuchar. Basta con practicar y adoptar nuevos hábitos.
Cuando aprendemos a escuchar, se nos facilita la tarea de manejar grandes cantidades de información. Además, dejamos de repetir una y otra vez las mismas conversaciones. Tomamos decisiones más sabias y más efectivas. Y, lo mejor de todo, es que nos ganamos la reputación de que somos accesibles (el mejor cumplido para cualquier líder).
Los profesionales que saben escuchar manejan mejor las técnicas de resolución de problemas que las personas que no saben escuchar. Esto se debe a que:
1. Manejan más información.
2. Recombinan más fácilmente la información y obtienen así nuevas alternativas y opciones. Esto les permite además tomar mejores decisiones.
3. Son más capaces de comparar informaciones diversas.
Si queremos mejorar nuestra habilidad para escuchar, debemos determinar exactamente qué nos está impidiendo escuchar la información que necesitamos.
Estos son seis de los arquetipos más comunes de mal oyente, que nos sirven para ilustrar las conductas que habría que evitar:
- El opinador: solo escucha para determinar si las ideas de los demás encajan con las ideas propias.
- El gruñón: está completamente seguro de que los demás están equivocados.
- El preambulista: hace preguntas con el fin de enjaular a su interlocutor. La idea es obtener una respuesta en particular.
- El perseverante: habla demasiado y reitera constantemente lo que está diciendo.
- El hombre de respuesta: ofrece soluciones antes de que se haya determinado cuál es el problema. Esto indica que ya no quiere escuchar a su interlocutor.
- El farsante: no está interesado en lo que le están diciendo. Tal vez necesita simular que está escuchando.